INNOVACIÓN DE LA GESTIÓN PÚBLICA
En México durante el sexenio de Miguel de la Madrid se impulsó con fuerza la necesidad de planear las acciones del Estado y a partir de la Ley de Planeación se establece la obligación de elaborar el Plan Nacional de Desarrollo, documento que plantea el rumbo de la administración federal y en el cual convergen todos los sectores de la sociedad mexicana para en conjunto planear el futuro del país. Este ha sido desde mi punto de vista el primer paso para estructurar gobiernos con calidad.
Conforme el paso del tiempo, en el mundo se empezaron a fomentar nuevas corrientes enfocadas a crear estados con buenos gobiernos, guiados por la corriente denominada de “New public management” o la nueva gestión pública, donde el ciudadano es el centro del actuar de los gobiernos y en los cuales se hace conveniente dignificar el papel de los servidores públicos tan desprestigiado ante la sociedad y ganar la confianza en el actuar de los gobiernos.
El papel de los ciudadanos en la planeación del futuro de sus países es muy importante, conviene involucrarlos en todas y cada una de las acciones a realizar, por ello, el fomento a la transparencia en la información, la delimitación de políticas claras y objetivos bien definidos, así como la instrumentación de herramientas de evaluación efectivas que permitan conocer el alcance de su actuación son de vital importancia.
En Veracruz, se ha avanzado hacia la incorporación de practicas de planeación; sin embargo dentro de las cuatro etapas que señala la Ley Estatal de Planeación (Formulación, Instrumentación, Control y Evaluación) existen francas debilidades que no han permitido la consolidación y fortalecimiento del actuar gubernamental, si bien se habla de una convivencia entre un actuar racional e irracional, la gran mayoría de las veces se desaprovechan las ventajas que la planeación puede brindar en beneficio de los gobernados.
Por otra parte, se ha dado poca importancia a la implementación de políticas de buen gobierno. Existe reticencia no solo por parte de los ciudadanos sino de los mismo servidores públicos a creer en los valores o principios de responsabilidad, igualdad, la no-discriminación, simplificación, la desconcentración y delegación de funciones, el uso eficiente y eficaz de los recursos y la evaluación de resultados, lo que origina que los beneficios de estas prácticas resulten muy pobres y efímeros, y por consiguiente como circulo vicioso alejan la participación ciudadana tan necesario en el nuevo papel de los gobiernos.
La calidad como bien nos explican en los documentos analizados no implica gastar más sino hacer más con los mismo recursos, la competencia que se ve ahora entre las regiones de un mismo país obliga a los estados y municipios a promover prácticas de buen gobierno pues el manejo de información se convierte en arma poderosa para atraer inversiones y generar nuevos empleos.
La corrupción aleja a las inversiones y sume en la pobreza a los que menos tienen, en la necesidad de fomentar la igualdad, incorporemos nuevas prácticas que eficienten los pocos recursos con que cuentan las organizaciones gubernamentales y dirigirlos a resultados concretos.
Conforme el paso del tiempo, en el mundo se empezaron a fomentar nuevas corrientes enfocadas a crear estados con buenos gobiernos, guiados por la corriente denominada de “New public management” o la nueva gestión pública, donde el ciudadano es el centro del actuar de los gobiernos y en los cuales se hace conveniente dignificar el papel de los servidores públicos tan desprestigiado ante la sociedad y ganar la confianza en el actuar de los gobiernos.
El papel de los ciudadanos en la planeación del futuro de sus países es muy importante, conviene involucrarlos en todas y cada una de las acciones a realizar, por ello, el fomento a la transparencia en la información, la delimitación de políticas claras y objetivos bien definidos, así como la instrumentación de herramientas de evaluación efectivas que permitan conocer el alcance de su actuación son de vital importancia.
En Veracruz, se ha avanzado hacia la incorporación de practicas de planeación; sin embargo dentro de las cuatro etapas que señala la Ley Estatal de Planeación (Formulación, Instrumentación, Control y Evaluación) existen francas debilidades que no han permitido la consolidación y fortalecimiento del actuar gubernamental, si bien se habla de una convivencia entre un actuar racional e irracional, la gran mayoría de las veces se desaprovechan las ventajas que la planeación puede brindar en beneficio de los gobernados.
Por otra parte, se ha dado poca importancia a la implementación de políticas de buen gobierno. Existe reticencia no solo por parte de los ciudadanos sino de los mismo servidores públicos a creer en los valores o principios de responsabilidad, igualdad, la no-discriminación, simplificación, la desconcentración y delegación de funciones, el uso eficiente y eficaz de los recursos y la evaluación de resultados, lo que origina que los beneficios de estas prácticas resulten muy pobres y efímeros, y por consiguiente como circulo vicioso alejan la participación ciudadana tan necesario en el nuevo papel de los gobiernos.
La calidad como bien nos explican en los documentos analizados no implica gastar más sino hacer más con los mismo recursos, la competencia que se ve ahora entre las regiones de un mismo país obliga a los estados y municipios a promover prácticas de buen gobierno pues el manejo de información se convierte en arma poderosa para atraer inversiones y generar nuevos empleos.
La corrupción aleja a las inversiones y sume en la pobreza a los que menos tienen, en la necesidad de fomentar la igualdad, incorporemos nuevas prácticas que eficienten los pocos recursos con que cuentan las organizaciones gubernamentales y dirigirlos a resultados concretos.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio